HECHOS QUE SON SIGNOS

Hay hechos que parecen de importancia frívola, pero que al mirarlos con ojos de Fe, nos van dando pautas de Dios en el Camino. Como seguramente ya lo saben en junio se cerró en Roma el Año Sacerdotal, sin duda un año de gracia.
Cuando hace un año al ver el anuncio del inicio de ese año y su finalización con un Encuentro Mundial de sacerdotes, sentimos que nuestro Sacerdote de la "CCDA" debía estar allí. 
Dijimos sí. 
Pero nada estaba dado para que sea realidad, la falta de dinero, de disponibilidad pastoral, de salud y de acompañantes.
Todo se fue dando de una manera impredecible.  Surge el dinero, en general fruto de muchos ahorros,  la disponibilidad en el trabajo por la generosidad del Sr. Cura Párroco,  el ánimo del Padre Obispo,  la salud bien controlada y  la aceptación de la soledad del viaje y el logro de alojamiento.
No podemos negar que tuvimos algunos temores, que el dinero no alcance, que la salud se quiebre etc. pero confiamos orando juntos y a la distancia , para que se haga la Voluntad de Dios.
Se pudo y las gracias y bendiciones recibidas aún no podemos ni siquiera evaluarlas. Los que pudimos ver por televisión momentos importantes del Encuentro o que hemos podido leer todo lo que allí se dijo, hemos recibido un alimento para el alma insospechado. Cada disertación de Obispos y Cardenales fueron un tesoro increíble de Iglesia real y para la realidad. Y si nos detenemos en las Palabras simples, amorosas, inspiradas y proféticas del Santo Padre, no nos queda nada mas que dar Gracias Infinitas a Dios por este Don, y adorar rendidamente Sus Designios...DIOS, sólo Él puede amarnos tanto y de esta manera.

Agradecemos a las personas que ayudaron para que este regalo de Dios nos llegue y oremos todos para que podamos hacerlo fecundo en nuestro mundo.

CUANDO LOS AÑOS SON SIMPLEMENTE PASOS

El 11 de febrero de 2010, nuestra Comunidad Calasancia de los Doce Apóstoles cumplió 25 años. 
Día de gozo, de reflexión honda y sentida, de maravilla y acción de gracias, de mirarnos y vernos iniciando el segundo cuarto de siglo. 
No esperabamos que sea así, creímos desde tiempo atrás, que celebraríamos con alegría de fiesta, con bombos y platillos, como solemos decir. 
Pero no fue así.
Nos sentimos unidos, muy unidos desde lo profundo de nuestro ser, pero no nos reunimos, no dejamos nuestro lugar, nuestros compromisos, no dejamos un día de responder para festejar.
Sin embargo, vivimos "una Fiesta extraordinaria". Vivenciamos la maravilla del "Detalle" que El Señor tuvo con nosotros y nos enamoramos más y sentimos renovarse ese fuego inexplicable que nos movilizó en el transcurso de los pasados 25 años. Sentimos renovarse nuestra fuerza, pero en Él. 
Y los que estamos desde el primer día tuvimos el regalo maravilloso de contemplar como Dios obró en los demás.
Así, seguro , obró con nosotros, pero no lo podíamos entender y lo único que podíamos decir para tratar de explicar era que teníamos "Una Urgencia Interior" a la que no podíamos desoír.
Más no podemos decir, sólo, "adoremos a nuestro Dios con toda la fuerza de nuestra alma".
Porque hemos experimentado fuertemente que Él nos amó primero.